Leyenda de Rómulo y Remo:

 

Amulio se convierte en rey y elimina a toda la descendencia de su hermano excepto a la hija de Númitor, llamada Rea Silvia (su otro nombre fue Julia), y es nombrada vestal para evitar que pueda engendrar hijos, pero ésta es violada ( no se sabe por quién)  y da a luz dos gemelos, Rómulo y Remo, y proclama como padre de estos y violador al dios Marte. Amulio ordena que sean arrojados al río pero los secuaces del rey no pueden llegar hasta el cauce caudaloso debido a la inundación por desbordamiento del Tiber. Los abandonan en una zona pantanosa creyendo que el río terminaría por llevárselos y regresan a la ciudad. La tradición nos cuenta que la canastilla con los gemelos es depositada cerca de una higuera llamada posteriormente Ruminal o Romular ( existen dos versiones, una en la que la higuera estaba situada al sudoeste del Palatino según Ovidio y otra en lo que posteriormente fue el comitium. Ruminal proviene de la diosa Rumina, diosa de la crianza de niños de pecho, ruma significa teta,  pero actualmente Ruminalis está relacionado con el gentilicio etrusco Rumina al que se habría de referir el nombre de Roma y los Romilios) y a los pies de esta higuera una loba atraída por los lloros de los gemelos, les ofreció sus mamas. Una vez amamantados, apareció el mayoral del ganado del rey, un tal Faústulo que tras ver el prodigio se los llevó a su mujer Acca Larentia para que los criara ( existe una versión en la que esta mujer Larentia era una prostituta de la zona y apodada la “loba” por los aldeanos).

Los gemelos crecieron como aldeanos entre ganado y establos, recorriendo los bosques para cazar, consiguiendo botines atacando a salteadores y fortaleciendo sus cuerpos, y un día que se celebraba en la colina Palatina la  Lupercalia, fiesta aldeana representativa de la inquietud de los pastores por alejar el rebaño de los lobos en la que jóvenes desnudos corrían provistos de de correas de piel de cabra ensangrentadas y golpeando con éstas a los espectadores, fueron detenidos por unos bandidos a los que días antes habían robado. Rómulo consiguió escapar pero a Remo lo cogieron y lo entregaron a los soldados del rey para su castigo ( en otra versión Rómulo, Remo y sus compañeros, los Quintilios y los Fabios riñeron con los pastores de Númitor, cuyos ganados pacían en el Aventino y, sorprendido Remo en una emboscada, fue detenido y llevado a Alba ante su señor) .

Faústulo, que siempre había sospechado que sus gemelos eran de sangre real ya que en las mismas fechas en las que los encontró, habían desaparecido los nietos de Numitor, se lo confesó a Rómulo. Coincide el viejo Númitor con Remo y sospecha también tras descubrir que tiene un hermano gemelo se comienza a tejer una trama en torno al rey Amulio. Rómulo, ayudado por los pastores, lanzan un ataque a la mansión del rey al que consiguen eliminar y Númitor, que había extendido el rumor de la aparición de sus nietos a los jóvenes patricios de la ciudad de Alba, conquistan la ciudadela, convoca asamblea y pone de manifiesto en público los crímenes de su hermano, los orígenes de los gemelos y su reconocimiento como nietos y la multitud entera le ratifica el título de rey. Una vez conseguido el trono para Númitor,  en recompensa, permitió a los gemelos edificar una nueva ciudad o colonia a orillas del río Tíber y la zona comprendida desde este hasta un lugar llamado Festi entre la quinta y sexta milla romana (una milla romana era equivalente a 1481 metros) que sería denominado más adelante el Ager romanus. Los gemelos sienten el deseo de fundarla allí donde fueron encontrados por Faústulo, tal como su antepasado Iulo hizo, y  en compañía de muchos jóvenes albalonganos y pastores proceden a ello. Rómulo, siguiendo los ritos etruscos, unce a un arado un toro y una ternera sin mancha y con una reja de bronce traza alrededor del Palatino un surco que representaba el muro, el pomerium o recinto sagrado más allá del cual comenzaba la ciudad profana, la ciudad sin auspicios de los extranjeros y plebeyos ( tal como nos indica Aulo Gelio y posteriormente en tiempos de Servio Tulio fue aumentado hasta encerrar seis colinas dentro del pomerium, aunque hasta la época de Claudio, el Aventino estuvo fuera de estos muros según Tácito. VER POMERIUM en el capítulo de SERVIO TULIO).

Al ser gemelos no se puede usar el derecho de primogenitura y ante esta situación piden a los dioses tutelares les indiquen cuál de ellos será el rey y escogiendo Remo la colina Aventina y Rómulo el Palatino esperan los augurios procedentes de los dioses.

Remo obtiene primero el augurio al ver seis buitres pero poco después Rómulo obtiene el suyo viendo doce buitres. Cada uno de ellos es aclamado como rey por sus partidarios apoyándose unos en la prioridad temporal y los otros en la cantidad y se produce una lucha en la que Remo cae herido de muerte ( según la tradición Remo muere a manos de su hermano al saltar  sobre el surco que Rómulo había creado como marcas de las murallas de su futura ciudad, gritando: “Así muera en adelante, aquel que ose franquear mis murallas”) y Rómulo consigue el poder para fundar una ciudad en la colina Palatina recibiendo el nombre de su fundador, Roma.

 

No es que se rechace la existencia de Rómulo, ya que las leyendas siempre tienen algo de verdad,  los himnos cantados en la época de Augusto y que conservaban la poética historia del primer rey de Roma, son para nosotros una fábula como las que tienen todos los viejos pueblos, y cuya semejanza es fácil encontrar en otras tradiciones nacionales. Existen en las diferentes culturas y tradiciones de todos los pueblos del mundo casos como el de Rómulo. Por ejemplo Semiramis es hija de una diosa y abandonada en el desierto, alimentada por palomas y recogida por un pastor del rey. Su historia es también sangrienta, si Rómulo mata a su hermano, Semiramis mata a su esposo y después de un largo reinado, desaparece misteriosamente y algunos la ven subir al cielo, y su pueblo comienza a tributarle honores divinos, de la misma forma que Rómulo cuando desaparce es deificado como el dios Quirino. Algo más cercana a nuestra cultura, San Elías sube al cielo en un carro de fuego y Jesucristo tras su resurrección vuelve al cielo. No podemos negar que Jesucristo y San Elías vivieron entre nosotros ni que Semiramis no sea real., por lo que muy posiblemente, algún Rómulo existió y pudo reinar en la Roma arcaica.

 

En fin, sea fruto de la imaginación o no, y siempre siguiendo las leyendas y tradiciones que nos han llegado por boca de los clásicos, Rómulo reinó en esta ciudad recién construida durante años y según la cronología dada por Varrón, el año 753 a.c. tuvo lugar la fundación de Roma por Rómulo y la juventud albalongana que lo acompañó. Rómulo comenzó también a realizar trabajos de defensa en la colina Capitolina, contigua a la Palatina y algo más baja, pero con abruptas pendientes hasta los pantanos que la hacían idónea para su defensa.

Para aumentar la población, abrió un asilo entre las dos cimas del monte Capitolino, en una zona de encinas que declaró sagrada (Apuleyo y Plinio en su Historia Natural nos indican que en aquellas épocas los árboles heridos por los rayos se consideraban sagrados y los griegos fueron los primeros en atribuirles cultos sagrados como la encina de Dodona, el laurel de Apolo, el olivo de Minerva, el mirto de Venus o el álamo de Hércules) y enviando delegaciones a las ciudades vecinas para que se unieran a su pueblo por medio de alianzas y casamientos sin resultado ante las burlas de los vecinos que le respondían que crease otro asilo para las mujeres.